Mañana, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer.

Para conmemorarlo os presentamos a Sabriye Tenberken, una mujer ciega nacida en Alemania en 1970 y que realizó una gran labor para impulsar el desarrollo educativo de los niños y niñas ciegos en el Tíbet, idioma que estudió en profundidad debido a su gran amor por este país.

Para ello, elaboró un método para leer y escribir tibetano en braille que se acabó convirtiendo en el método oficial de lectoescritura en este país y fundó una escuela para niños ciegos en Lhasa en 1998 junto a Paul Kronenberg, en un país en el que la discapacidad continúa estando muy estigmatizada.

En su libro “Mi camino me lleva a Tíbet”, publicado por la editorial Maeva en el 2004, contó su experiencia y sobre todo las vicisitudes que tuvo que afrontar en un país en el que se encontró con enormes trabas burocráticas y la desconfianza de los propios tibetanos ante su proyecto.

Junto a una joven maestra tibetana, recorrió los lugares más remotos del país a caballo para conocer de primera mano las condiciones en las que vivían los niños ciegos y tratar de convencer a las familias de las ventajas que implicaba para el desarrollo personal y profesional de estos niños el poder recibir una educación adaptada y de calidad en la ciudad.

El colegio se inició con cinco alumnos y ella misma fue la primera maestra de este centro. Actualmente unos treinta niños viven en la institución que ella creó, aprenden chino, tibetano e inglés y aprenden diversos oficios en los talleres creados para ellos.