DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO
Hoy 23 de abril celebramos el día internacional del libro.
La lectura es un derecho para todas las personas y, por tanto, se han desarrollado diferentes formatos para que las personas con deficiencia visual grave puedan acceder a la misma.
El primero y más importante es el formato braille, un sistema que se basa en un cajetín de seis puntos que se combinan de distintos modos para crear hasta 64 signos diferentes y que fue inventado por Luis Braille hace ¡justo 200 años! La lectura en braille implica un papel activo por parte del lector que pasará los dedos por los renglones para acceder al contenido del texto. En el caso de los libros infantiles, el texto se complementa con ilustraciones realizadas en relieve o con distintas texturas para que resulten más atractivos; lo mismo ocurre con los libros escolares que se acompañan de imágenes en relieve con los elementos básicos que el alumno debe conocer para comprender los contenidos que se están abordando (mapas, ilustraciones del cuerpo humano, etc.). Como curiosidad, los libros en braille son bastante más voluminosos que los de tinta porque el papel debe ser más grueso para que los puntos en relieve se detecten bien con las yemas de los dedos y porque las letras en braille tienen un mayor tamaño, siendo una página en tinta equivalente a tres o cuatro en braille.
Un segundo formato es el sonoro o audiolibro. La ONCE cuenta con un grupo de lectores profesionales que locutan libros de todo tipo (novelas, libros de distintas materias como derecho, psicología, etc.). La entonación y las inflexiones de la voz de quienes los leen hacen que su escucha sea muy amena.
La ONCE dispone de una biblioteca digital para sus afiliados en la que cuenta con miles de libros en ambos formatos.
Por último es cada vez más frecuente el formato de lectura digital, en el que un lector de pantalla reproduce el contenido de un libro alojado en el ordenador o el móvil y que, para que pueda ser reproducido sin dificultad, debe presentarse de manera accesible.
Cada persona elige uno u otro formato en cada momento según su grado de discapacidad, la finalidad que persiga al leer o sus preferencias personales. El caso es que, sea del modo que sea, ¡sigamos leyendo!